Unas tapas en la Cueva de 1900 con un buen jamoncito, luego un chocolate exquisito en Chocolatería Valor en calle Cister y por último unas deliciosas torrijas de miel y azúcar de Casa Aparicio frente a la Iglesia de los Mártires y ná más quiyo, con eso ya uno es re feliz...
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1 comentario:
¡qué buena pinta tiene todo!
Dan ganas de tomarse un chocolate en esa taza tan bonita!
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